Me gusta empezar a leerme libros sin saber bien de qué van, por dónde me va a llevar la trama, y que me acaben sorprendiendo. Y este libro lo ha hecho y con creces. Hacía mucho tiempo que no me pasaba con un libro.
Un libro que de primeras parece que va a ser una historia con drama social, se acaba convirtiendo en eso pero en mucho más oscuro, grotesco, desalentador. Esta es la historia de una venganza y a cada página, siguiendo a Corto, su protagonista, nos vamos hundiendo con él en ese pozo donde sólo espera la muerte y la desidia, la nula esperanza por todo. Sólo hay cabida para la venganza.
El uso de un lenguaje explícito, sin tabúes, oscuro en muchas ocasiones, se entremezcla con frases cortas, sentencias que se repiten, jugueteando con la poesía y lo lírico. Carlos Bassas del Rey nos demuestra tener un gran dominio de la narrativa en cuanto a la novela negra se refiere, y en esa habilidad que supone meterse en la cabeza de su protagonista hasta los rincones más oscuros del propio ser humano. Rincones en los que uno ya está tan dañado que no le importa a su vez dañar a personas a las que quiere. Nos narra escenas muy duras, de esas que por lo que sea, no son fáciles encontrar en cualquier libro. Carlos no le tiene miedo a eso, porque no trata de agradar al público, y eso es de admirar.
Para mí desde ya, una voz a tener en cuenta en la novela negra española. Una voz que sabe en qué liga juega. Y la juega muy bien.