lunes, 29 de enero de 2018

El expediente McCarthy


Esta novela apunta maneras en un principio y la trama parece bastante interesante, pero luego vemos como empieza a flaquear en muchos aspectos y acaba siendo algo insulsa.
La historia va de una serie de muertes extrañas en un grupo de individuos cercanos a los 50 años. Atando cabos se dan cuenta sus protagonistas principales, que estas personas fueron los primeros seres humanos gestados mediante fecundación in vitro. A partir de aquí tratarán de llegar al fondo del asunto, detectar a los culpables y hacerlo público. El problema viene cuando todos estos pasos de la trama ocurren de manera tan simple, que al final atendemos a unos personajes que dicen "oye, vamos a hacer esto" y simplemente lo hacen. Da la sensación de que el libro es una simple excusa para exponer un punto de vista del escritor, a priori, contra la manipulación genética y la fertilización "antinatural", y que todo lo que construye alrededor es un simple adorno al que no le da importancia. El libro está lleno de casualidades una detrás de otra que ayudan a los protagonistas a conseguir su propósito, y esto es algo que destruye cualquier historia interesante o intento de intriga. De hecho hay que reconocer que crea en ciertos momentos una tensión en el lector, pero se la quita de un plumazo una y otra vez con este tipo de detalles casuales, lo que provoca que la siguiente vez ya lo veas venir a kilómetros.


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Sobre la trama de relleno también entraría la "historia de amor". Y la pongo entre comillas porque es que ni hay historia ni nada, simplemente unas leves pinceladas absurdas y sin sentido entre los dos personajes principales. Todo esto imagino por la necesidad de meter con calzador una historia de amor, porque por lo visto si no no hay novela, ni película, ni serie...

El libro casi en su mayoría se apoya en los diálogos entre los personajes, que acaban siendo irreales porque a base de sobreexplicaciones de los hechos pierden naturalidad, sobre todo cuando son diálogos innecesarios entre expertos en el tema. Si eso que quiere contarnos lo cuenta el narrador para ponernos en situación hubiese estado perfecto, pero no entiendo la necesidad de hacerlo mediante las voces de los personajes. Además, esto provoca que escuchemos lo mismo innumerables veces, lo mismo una y otra vez, y la verdad, se hace muy cansino, obligándote casi a saltarte todo el párrafo.
También peca de abuso de las mismas expresiones.

Otro detalle, que entiendo que para la trama es necesario para ser fiel a la historia en cuanto a al avance médico del que habla, es que todo ocurre en un futuro no muy lejano, 2028, pero esto no se aprecia ni un ápice en ningún detalle del libro. De hecho algunas referencias cinematográficas, musicales o tecnológicas que hace son actuales a 2018, y sabemos que hoy en día todo avanza de una manera vertiginosa, por lo que en 10 años seguro que hay cambios más que apreciables.

Me deja la sensación este libro de que el escritor es capaz de mucho más, porque no está mal escrito, pero que no ha sabido darle la importancia necesaria a todo lo que tiene que sostener una novela, todos los cimientos que la hacen real, por mucho que el tema principal sea bueno.

domingo, 28 de enero de 2018

El problema de los tres cuerpos


No es difícil crearse una expectativas enormes ante este libro cuando empiezas a recibir noticias del mismo. Galardonado con los mejores premios en cuanto a ciencia ficción se refiere, leído por millones en todo el mundo, incluidos Obama y Zuckerberg que lo colocan en el top de sus mejores lecturas del 2015. Y razón no les falta seguramente, pero debo reconocer que lo mismo yo había puesto unas expectativas muy altas, y el estilo del libro (que se aleja un poco del canon occidental al que estoy más acostumbrado) han hecho que me haya resultado algo difícil y no lo he disfrutado tanto.
A ver...vayamos por partes. Primero decir que si tienes intención de leerlo sin saber de qué va, cosa que recomiendo, es mejor que no leas lo que viene a continuación porque cuento algo de la trama.

Resultado de imagen de el problema de los tres cuerposEl tema del libro, aunque sea un clásico por tratar una invasión alienígena, está tratado con un enfoque y de una forma bastante novedosa, y eso ya tiene un mérito enorme porque hay miles de historias sobre eso.
Vale, creo que hasta aquí spoiler porque no necesito contar más para dejar mi opinión.
Se nota que el libro tiene una calidad especial, como todo buen libro de un escritor asiático, pero a mí particularmente es algo a lo que me cuesta acostumbrarme, y me ha pasado con los libros que me he leído de Murakami, que aunque en un principio parezcan amenos, ágiles y enganchen sus tramas, al final acaban siendo algo tediosos porque te van introduciendo en una maraña de anécdotas, personajes, y complejidad en la trama que hace complicado seguirla con facilidad. Un poco de eso me ha pasado con este libro. Aunque todo se va enmarañando hacia una conclusión que hace entender de qué va todo, el proceso se hace duro, pese al final iluminador. A esto hay que añadir la complejidad del tema, pues casi todo se basa en teorías físicas (algunas de mucha actualidad) y si te asomas a este libro sin tener ni papa de física newtoniana, o astrofísica, o física cuántica, vas a estar igual de perdido que si lo leyeras en versión original. Ahora, si eres un apasionado de la física, seguramente este libro te haga disfrutar y mucho.
Es un libro escrito por un genio, y muchas veces como suele ocurrir en estos casos, no está al alcance de todos los gustos. A mí personalmente no es que no me haya gustado, pero sí es verdad que a lo mejor esperaba otra cosa. Supongo que es uno de esos libros que necesita una segunda lectura pasado un tiempo. Y no descarto luego seguir con la segunda parte de la trilogía en un futuro.

miércoles, 24 de enero de 2018

Diario de Ana Frank



Sí, podéis crucificarme. No me había leído el diario de Ana Frank hasta ahora. A pesar de que desde que yo era un adolescente mi madre me insistió más de una vez en que tenía que leerlo, francamente, la idea de leerme un diario escrito por una niña de 13 años (por mucho que las circunstancias que la rodeaban fueran especialmente dramáticas) no me atraía para nada. Así que este acabó convirtiendo en uno de esos libros que siempre ha estado rondando por ahí, al alcance de mi vista cada vez que buscaba un libro entre las estanterías repletas, y al que siempre le ponía la etiqueta de "ya lo leeré algún día, pero todavía no porque seguro que hay otros mejores".
Con la excusa del viaje a Amsterdam que he hecho recientemente, y con la intención de visitar la casa museo donde estuvo encerrada Ana Frank, ya sí fue necesario recurrir al libro para estar mejor informado, cómo no. Para mi sorpresa, oh vaya, he quedado bastante satisfecho con la lectura de este pequeño tesorito que hasta el momento me había negado a ver.
Resultado de imagen de diario ana frankTengo que decir que sí, que no deja de ser un diario de una niña de 13 años que cuenta cosas de una niña de 13 años. Pero con una habilidad asombrosa para la escritura, la madurez que va demostrando con el paso del tiempo al hablar de todo tipo de temas es más que sorprendente. Consigue de manera clara, además de hacernos partícipes de todo lo que supuso el encierro durante dos años, que podamos meternos en la mente de una adolescentes con sus dudas, conflictos internos y con el resto de escondidos, enamoramientos, reflexiones, cambios físicos, madurez sexual, etc.
La historia de fondo es triste, sobre todo porque sabemos el final antes de abrir la primera página, pero, sin embargo, el positivismo que desprende la escritora de este diario, con sus sueños futuros y esperanzas es desbordante; y tal vez por eso mismo, más triste se hace acabar el diario de manera tan brusca.
No me dio tiempo a leérmelo entero antes de ir al viaje, así que me lo llevé conmigo y lo terminé allí, después de haber visitado la casa. La visita a este lugar me afectó bastante, y el acabar el libro después hace que se vea con otros ojos, y doblar la última página creo que no hubiese sido lo mismo sin haber pasado por allí. Por eso, aunque lo hayáis leído ya, si alguna vez vais a Amsterdam, no dejéis de ir a esta casa, y volved a leer los libros con otra perspectiva; merecerá mucho la pena.