lunes, 27 de febrero de 2017

Diario de diez lunas

La novela está inscrita en un género que está triunfando últimamente llamado Domestic Noir. ¿Y qué es la Domestic Noir? Pues se trata de introducir una investigación policíaca o detectivesca pero cuyo protagonista es una persona que no se dedica a ello, quien lleva la investigación es simplemente la persona que pasaba por allí, o que le pilla en medio; cualquiera de nosotros.
Resultado de imagen de diario de diez lunasEn el caso de Diario de diez lunas, la protagonista es Elena, una excelente empresaria que trabaja en publicidad, y que a partir de que se queda embarazada ve cómo comienza a ser discriminada. Ella no pretende dejarse ningunear, y lucha por sus derechos, pero pronto descubrirá un entramado de corrupción en la empresa para la que trabaja, con blanqueo de dinero, mafias extranjeras, prostitución, prácticas sexuales de todo tipo... Poco a poco, a pesar de su embarazo, Elena pretende llegar al fondo del asunto, descubriendo que no puede confiar en nadie, ni siquiera en su propia familia.
El libro está estructurado de manera que vamos siguiendo el proceso del embarazo como si de un diario se tratara, como el título del mismo dice. La autora detalla con precisión todo el proceso (se lo recomendaría a toda mujer embarazada), la mezcla de sensaciones que se producen en la protagonista, cómo va evolucionando la gestación, sus relaciones con los más cercanos; pero sobretodo los conflictos que crean su estado. La idea de la novela es una reivindicación de la mujer y sus derechos, sobretodo cuando se trata de ser madres, ante una sociedad que hoy en día sigue tratándolas perjudicialmente frente al trabajo, a veces con la excusa de protegerlas como objetos delicados. La trama de corrupción no deja de ser una excusa de fondo para ver cómo la protagonista decide coger las riendas de su vida y luchar por lo que cree correcto. No obstante, esta trama está muy bien documentada, pues se trata de un caso que ocurrió de verdad en los años 90, que es en la época en la que ocurre la historia.
El libro tiene un buen ritmo, y se lee con agrado tanto por la trama de fondo como por lo que afecta en sí a la protagonista todo el proceso. El lenguaje está muy cuidado, los diálogos tienen un toque de realismo, de humor e ironía constante, incluso estando metidos en medio de una trama tan peligrosa, lo que hace que la acción se sienta más cercana al lector... una Domestic Noir en toda regla.

lunes, 6 de febrero de 2017

El instante preciso en que los destinos se cruzan

La novela cuenta la vida de dos personas que, en el entretejer de la inmensa telaraña que es el destino, se verán unidos irremediablemente pese a las distancias y diferencias en sus vidas. Tal vez lo único que los asemeja, sea precisamente lo que los une desde el preciso instante en que se cruzan; y eso que los une es la soledad que siente en sus vidas.
Resultado de imagen de el instante preciso en que los destinos se cruzanKyle es un exitoso músico que vio como su madre se quitaba la vida después de sufrir los abusos contantes de su padre. Esto irremediablemente le marcará de por vida, y aunque haya logrado triunfar, esta sombra le acompañará en sus relaciones con el resto de la gente. Coryn, por su lado, es una joven soñadora que se ve casada muy pronto, con tres hijos, y con un marido que la maltrata.
Por puro capricho del destino, accidentalmente un día se conocen, y desde ese instante quedan marcados el uno por el otro sin darse cuenta; han quedado entrelazados, se han deslizado en las mentes del otro sin quererlo. Aunque ambos sigan con sus vidas, irremediablemente muchos de sus actos y pensamientos se ven afectados por la otra persona, por las dudas y la curiosidad que despiertan en ellos, en una lucha constante de olvidarse del otro o hacerle caso al corazón.
No sólo es un libro de amor. La autora aprovecha para introducir el tema del maltrato, y sus ideas se ven claramente reflejadas en los pensamientos de los personajes, así como en el lenguaje mordaz que utiliza la voz narrativa cuando se refiere a este tema.

El libro se lee rápido y es muy ameno. Los capítulos son cortos - algunos constan simplemente de una imagen o una idea -, como dibujando escenas, cuadros uno detrás de otro que van ilustrando la historia. Esto ayuda a sentirse enganchado en ciertas partes, pero creo que en otras se pierde profundidad, se pierde un poco de la magia que una historia de amor requiere, sobretodo en los momentos más tristes. También hay varias sorpresas y giros que mantienen la curiosidad por saber qué va a pasar con la historia.
Además, la forma de escribir de la autora resulta también muy amena y atractiva, con recursos que aportan al lenguaje modernidad, con mucha ironía y puntos cómicos; pero eso también acaba perdiéndose un poco a lo largo del libro, y termina por diluirse.

En definitiva, creo que el libro merece una lectura, de esos libros que entran rápido y no te dejan mal sabor de boca, pero me quedo con la sensación de que podría haber aportado más, por lo que me transmitía al principio; pero que no deja de ser al final una historia más de amor, en el que la corriente de las páginas te conducen hacia un final feliz... en parte.

Nota aparte sobre el penúltimo capítulo. Sinceramente creo que sobra, tanto porque en verdad no aporta nada y desluce el final, como en la idea en sí que transmite, con la que no estoy de acuerdo personalmente.